EL MURO DE BERLÍN

La construcción y caída de este muro, han sido unos de los momentos más importantes de la historia del siglo XX. Este muro dividió Berlín en dos partes,la parte sovietica y Berlin durante 28 años, separando a familias y amigos.
La maltrecha economía soviética y la floreciente Berlín occidental hicieron que hasta el año 1961 casi 3 millones de personas dejaran atrás la Alemania Oriental para pasara a Berlin .
La RDA comenzó a darse cuenta de la pérdida de población que sufría y, la noche del 12 de agosto de 1961, decidió levantar un muro provisional para separar las dos zonas.

A la mañana siguiente, se había colocado una alambrada provisional de 155 kilómetros que separaba las dos partes de Berlín prohibiendo el paso de personas o trafico.
Durante los días siguientes, comenzó la construcción de un muro de ladrillo.
Con el paso de los años, hubo muchos intentos de escape, algunos con éxito, de forma que el muro fue ampliándose para imposibilitar el paso al otro lado del muro aumentar su seguridad.


 El Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, con un interior formado por cables de acero para aumentar su resistencia. En la parte superior colocaron una superficie semiesférica para que nadie pudiera agarrarse a ella.

Acompañando al muro, se creó la llamada "franja de la muerte", formada por un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día. Tratar de escapar era similar a jugar a la ruleta rusa con el depósito cargado de balas. Aun así, fueron muchos los que lo intentaron.

En 1975, 47 kilómetros del muro estaban acompañados de las medidas de seguridad de la franja de la muerte, y el resto estaba protegido por vallas
Al final las enormes manifestaciones en Alexanderplatz hicieron que el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Ese mismo día, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar al otro lado y nadie pudo detenerlos, de forma que se produjo un éxodo masivo.
Al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro y comenzó la cuenta atrás para el final de sus días.
Una vez liberados, familias y amigos pudieron volver a verse después de 28 años de separación forzosa.